La discución entre los directivos terminó a golpes (excelente ejemplo) y como saldo de esto, todo el país se tuvo que enterar de los problemas internos que vive el Pérez. Además algunos aficionados han tenido intercambios de gestos con 2 jugadores, los cuales al calor del juego, no pudieron contener su ira y con muy poco profesionalismo les siguieron el juego.
Ya es suficiente de este tipo de situaciones, la federación se tiene que amarrar los pantalones, como lo hizo en el caso de Justin Campos y la Liga. Este tipo de situaciones deben de ser erradicadas del fútbol nacional. No se debe olvidar que el fútbol es un deporte, por lo tanto debe de servir de ejemplo y motivar a los jóvenes .
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